PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA:
Las tres fases fundamentales de cualquier emprendimiento comunicacional son la elección del plan de batalla, el diseño del plan de medios y las maniobras implicadas en el movimiento de las ideas persuasivas hacia y desde la opinión pública, tres fases que se ejecutan sobre la probabilidad cualificada de ganar los combates en orden y con el menor desgaste de tiempo, esfuerzo y recursos.
El plan de batalla es la partitura con la que se dirigen los enfrentamientos opináticos, desde su diseño conceptual hasta el despliegue de los medios y los movimientos de las masas. El aspecto clave del plan de batalla es el punto de ruptura, entendido como aquel punto del despliegue enemigo por el que vamos a desbaratar su posicionamiento en la mente de las audiencias, punto a través del cual pasaremos nuestras ideas tropas a la retaguardia para atraparle entre éstas y el resto de nuestras argumentaciones situadas en el frente de la contienda opinática. El plan de batalla determina el diseño del contenido, la forma y las apelaciones emocionales de los mensajes, diseñando los mensajes atendiendo al punto de ruptura y posterior envolvimiento lógico del mensaje enemigo. Cada unidad de combate persuasivo debe estar perfectamente adaptada a la misión que tiene que cumplir. En el entendido que no todas ejecutan la misma acción persuasiva sino que cada una realiza parte del objetivo táctico, de forma que entre todas ellas, coordinadamente, lo cumplan en su integridad. Tal como sucede en una orquesta, cada unidad tocará parte de las notas del concierto pero en unión a las demás interpretarán el concierto persuasivo como lo concibió el estratega.
Como el punto de ruptura determina el plan de batalla comunicacional, habrá tantos planes como puntos de ruptura puedan identificarse. En un escenario multimedia y de varios clústeres en la opinión pública podemos definir los siguientes puntos de ruptura:
- Totalmente al flanco de opinión más débil.
- En el punto de intersección entre el centro de la opinión pública y el flanco argumental más fuerte del contrario opositor.
- En el centro de las argumentaciones más fuertes pero en la zona más próxima a su flanco opinático más débil.
- Totalmente en el centro de sus ideas.
- Por ambos flancos (el débil y el más fuerte) que el enemigo presenta ante la opinión pública.
El diseño del plan de medios es la segunda fase de la orquestación en una guerra comunicacional. El plan de medios tiene como objetivo la exposición cuantificable y medible del alcance, la frecuencia de cada medio a utilizar en la campaña persuasiva, de acuerdo con los objetivos propuestos y un presupuesto, delimitados a un área específica de influencia, los clústeres de audiencia involucrados y un cierto periodo de tiempo para la observación de los resultados.
La organización de las maniobras constituye la tercera fase de la orquestación efectiva de cualquier emprendimiento persuasivo. Consiste en el logro sucesivo de objetivos comunicacionales y persuasivos, relacionados entre sí mediante acciones que también están forzosamente conectadas. Es a esa serie de acciones comunicantes, ejecutadas unas veces en sucesión y otras simultáneamente, a la que se le denomina maniobra persuasiva.
Cada acción persuasiva puede ser considerada como una maniobra, si ella se vincula con las acciones parciales, contribuyentes o subsidiarias en que se la puede descomponer.
Beaufre[1] ha señalado la existencia de “…un factor complejo que llamaremos maniobra el cual determina la sucesión y la relación de las sucesivas situaciones… Este… factor… es el que resulta de la dialéctica de la lucha, de la esgrima abstracta de los dos combatientes”[2] El mismo autor define una serie de maniobras y reacciones y utiliza el término “reacciones” para identificar a las maniobras del antagonista.
La orquestación de estas tres fases en una campaña comunicacional consiste en el estudio de las estrategias y la adaptación táctica de éstas para todos y cada uno de los medios -masivos o no- de comunicación, o la adaptación para esas estrategias, de las piezas de una campaña escrita para un medio en particular. Esto último se considera transcripción táctica.
Existen dos tipos de orquestaciones prácticas para traducir al escenario comunicacional las estrategias políticas: El enfoque de transcripción, que sigue en un modo muy estrecho los lineamientos prefijados en la estrategia, y el enfoque de adaptación, que tiende a cambiar de manera significativa algunos aspectos de la estrategia original para adaptarlos a las características del ambiente y de los medios en relación con el comportamiento de las audiencias.
AXIOMA COMPROMETIDO:
Nº3. La puntuación de la secuencia de los hechos: [3]
“Esta característica básica de la comunicación se refiere al intercambio de mensajes entre comunicantes. Quienes participan en la interacción necesariamente puntúan la secuencia de hechos arbitrariamente en una secuencia circular de comportamientos que se retroalimentan y es organizada arbitraria y unilateralmente por cada participante, de tal manera que los hechos aparecen como causas o efectos según quien los perciba. La puntuación organiza los hechos de la conducta y resulta vital para las interacciones en marcha. La falta de acuerdo con respecto a la manera de puntuar la secuencia de hechos es la causa de incontables conflictos en las relaciones".
ENUNCIADO DE LA LEY:
La orquestación de batallas con mensajes coherentes supera cualquier inconveniente relacional.
COROLARIOS:
.- Cada batalla comunicacional responde a un escenario de la opinión pública y posee su particular punto de ruptura.
.- La selección de los medios de cada batalla se supedita al comportamiento de los clústeres en tanto que audiencias.
.- Las maniobras de las masas condicionan los movimientos tácticos de los mensajes persuasivos en los medios de comunicación.
[1] El general André Beaufre (Neuilly-sur-Seine 1902 – Belgrado 1975) fue un militar francés, que destacó por su capacidad intelectual, su brillante historial que refleja las vicisitudes bélicas de la Francia de su época. Tomó parte en la Segunda Guerra Mundial, fue miembro del Estado Mayor del Ejército, participó en las campañas de Indochina, intervino en las guerras de Argelia, mandó un cuerpo de ejército francés en la expedición de Suez. Posteriormente ocupó puestos relevantes en el Estado Mayor de la OTAN. Su obra más conocida "Introduction a la estrategie" (Centre d'Etudes de Politique Étrangère, Librerie Armmand Colin, Paris 1963), muy importante, especialmente desde el punto de vista histórico, ayuda a comprender la crisis, en su época, del pensamiento estratégico militar.
[2] Beaufre, André, Introducción a la estrategia. Traducción del francés de L. P. Pérez Roldán, 3a edición, Buenos Aires, 1982. Editorial Struhart & Cía., pág. 33.
[3] -Watzlawick, P., Bavelas, J. & Jackson, D. Teoría de la comunicación humana. Herder Editorial, S.L. Barcelona, 2002.